CRITICAS DE CINE: MUNICH (spielberg)

A ver. Como mensaje está muy bien, como película para pensar está muy bien, como manufactura es excelente (vestuario, ambientación, color sepia del fotograma,...) pero como "película" en sí, no es para tanto. Y la razón es muy sencilla: le sobra UNA HORA tranquilamente. Pero sin complejos, eh, una hora enterita se le podía quitar.Últimamante estamos asistiendo a grandes superproducciones que te pasas en plan me voy a llevar el Oscar por mis narices a base de vestuarios impresionantes y un metraje desmedido, para que parezca que digo algo importante, como pasa con Memorias de una Gheisa y Munich. Pero lo curioso de las dos películas es que son teóricamente dos dramones, dos películas de nudo en la garganta y en cambio en ninguna de las dos se sufre prácticamente. Son dos películas técnicamente perfectas pero que el metraje las mata y hace que la gente se aburra y mire el reloj a las dos horas de película.Como de Memorias de una Gheisa ya hablé aquí me ceñiré en Munich.No se puede permitir que el director decique más de un cuarto de hora para el desarrollo y ejecución de cada uno de los 6 asesinatos principales que se muestran en la película, porque con eso ya te vas a más de hora y media de película, para no decir nada nuevo salvo el modo de asesinar. Con diez minutos por asesinato hubiera sido más que suficiente y ya te ahorras media horita que se empieza a agradecer y le quita paja a la película. El espectador y el mensaje lo pilla después del segundo asesinato: crueldad, frialdad, revancha, no perdón,... ya lo pillamos con la segunda explosión. Pues nada, ahí que sigue el amigo Spielberg contándonos cada detalle, cada mosca y cada grano de tierra en cada asesinato nuevo. Repetitivo, innecesario y cansino.Luego tenemos la media hora del inicio y la media hora del final, que de igual manera se podían quedar en quince minutos y quince minutos, con lo que ganas otra media horita, pero nada, el amigo Spielberg se empeña en trocear el atentado de Munich y ponerlo en plan retales arrojados al libre albedrío sobre los fotogramas, caigan donde caigan, ala, ahí van. Y el final de media hora, pues eso, muy largoEse es el mayor problema de la película, el desmesurado metraje, que provoca cansancio y se hace repetitivo. Había alguien por ahí que decía que el "el discurso corto mueve el corazón; el discurso largo mueve el culo". Pues eso, esta película en menos de dos horas te ataca, te conmueve, te hace pensar, no la olvidas y la recomiendas a tus amigos. Pero con lo que dura te aburre, se hace repetitiva, redundante, innecesaria y no se la recomiendas a un amigo, sino a un compañero de trabajo, para que se joda.Respecto a los actores, Erick Bana está muy bien, así como el enlace con el gobierno judío, que no me acuerdo cómo se llama. Me gusta "la vida diaria" de los terroristas y la preparación de sus actos, pero sobran escenas a tuti plein, quedando en ocasiones muy frío.Y poco más. La música como siempre que anda John Williams de por medio, excelente.Valoración: 7/10